En el origen, el arte era un oficio y los artistas vivían de los encargos, ya fuera de los arquitectos para engalanar sus diseños, o bien de algunos ricos para distinguirse de los no tan ricos. Pero sin duda lo que definió el arte y la cantidad de artistas fue la iglesia católica que necesitaba explicar la vida de Cristo, los mandamientos y las normas, y para ello, encargaba pinturas y esculturas para que hubiera imágenes y así la gente, que en su mayoría era analfabeta, pudiera comprender los misterios de la religión.
La nota completa escrita por Ignacio Gutiérrez Zaldívar pueden leerla en El Cronista.
Fotos:

“La llorona”, Pablo Picasso.

“Tarde de trabajo”, Benito Quinquela Martín.

“El estudio”, Juan Lascano.