Ramón Silva nació en Buenos Aires en 1890. Su carrera artística fue breve, ya que murió muy joven (otra víctima de la tuberculosis), en 1919, cuando contaba sólo 29 años. Desde pequeño comenzó a dibujar y pintar sin maestros. Soñaba con ir a Europa donde intuía podría encontrar los estímulos que determinarían su modo de expresión, por lo que el 1910 solicitó una beca que le fue negada por no ser estudiante de ninguna academia. Un año después, finalmente y gracias a los oficios del Dr. Luis Agote, su anhelo pudo concretarse y partió a Europa, donde permaneció hasta 1915. Recorrió Bélgica, Holanda, Francia, Suiza, Italia y España. De las tendencias que dominaban el escenario pictórico europeo prefirió la escuela de los postimpresionistas, que con su manejo de la luz y el intenso color, se adecuaba mejor a su temperamento. Durante ese período hizo grabados y pintó casi exclusivamente paisajes, la mayoría en acuarela y del natural. Silva es considerado junto con Brughetti y Martín Malharro los tres primeros impresionistas del Arte de los Argentinos.